“¿Por qué?” Esta suele ser la pregunta más recurrente para los niños cuando se les plantea la posibilidad de que duerman solos. Al no entender la utilidad de dejar la cálida camita donde papá y mamá le dan tranquilidad y calor, comienzan los problemas. Sin embargo, ¡no tiene por qué ser un drama! Sigue las recomendaciones de Alberto Pellai y Barbara Tamborini en “¡Es hora de ir a la camita!” para conseguirlo.
Establece un objetivo conjunto
Genera en tu peque las ganas de afrontar y superar con éxito un reto conjunto. Explícale que dormir solo es una cosa de mayores y que él, como se está haciendo grande, seguro que lo conseguirá sin ningún problema. Pon toda tu confianza en él y potencia su sentimiento de autosuficiencia. Para ello, Pellai y Tamborini aconsejan utilizar frases como “sabemos que es un gran desafío y que al principio será difícil, pero confiamos en ti y estamos seguros de que eres capaz de conseguirlo”.
Genera rituales de sueño
Como ocurre con los adultos, los niños también necesitan seguir unas pautas cada noche para avisar al cuerpo de que llega la hora de meterse en la cama. Aunque siempre son importantes, en el momento en el que estás intentando que tu hijo duerma solo, ¡más aún!
El ritual de sueño puede comenzar con una ducha de agua calentita, la limpieza bucal y el pijama. Después puedes acompañarlo, sobre todo las primeras veces, a su cama para leerle un cuento (que no dure más de 5 o 10 minutos). Si sigues una misma rutina con pocas excepciones, en cuanto comience la ducha, el niño ya sabrá que se está preparando para ir a la cama.
Nunca intentes que tu peque duerma plácidamente justo después de haber visto en la tele dibujos animados o haber hecho algún tipo de ejercicio físico. No lo conseguirás, ya que son actividades que le alteran y lo ponen en alerta.
Premia la pequeña conquista
Después de lograr que tu hijo duerma solo una primera noche, prémialo y bríndale cierto reconocimiento. Los autores de “¡Es hora de ir a la camita!” recomiendan hacer un dibujo de un cielo nocturno y, por cada noche que el peque consiga dormir solo, ir añadiendo una estrella. Así, poco a poco, el niño puede ir viendo sus propios logros y sentirse orgulloso de ellos.
¿Quieres saber más consejos y trucos para que tu hijo consiga superar este pequeño (gran) reto? Entonces hazte con este título de la colección Pequeños Grandes Retos, con consejos para superar los retos de la infancia. Además, cuenta con una historia en verso e ilustrada por Elisa Paganelli para que los niños también participen de forma activa en la consecución de este reto. Así ambas partes estarán encantadas con los objetivos cumplidos.
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